Uno todavía es pudoroso, no se si por recelo o desconfianza, pero nunca por cautela ( Ya hace años que no provoco a nadie) . Uno es recatado. Y a uno, que soy yo, le cuesta exhibir no ya su cuerpo desnudo sino incluso a medio vestir. Seguramente me falta vida social: Tiempo en la piscina pública, en el gimnasio, o en una playa nudista. Y por eso duermo peor en un albergue.