DE SALCEDA A SANTIAGO DE COMPOSTELA. SEIS DE MAYO DE 2015

Camino de Santiago

Camino de Santiago

No esperaba que la llegada al Monte de O Gozo, el lugar desde donde los peregrinos divisaban la catedral por primera vez, fuera para mi un momento de excitación, de entusiasmo, de alegría. Pero me hubiera gustado que al llegar allí, al menos pudiera disfrutar de las mismas vistas que disfrutaron los peregrinos durante siglos. Pero hasta eso han abandonado.   No se ve nada, solo unas casas vulgares al fondo de una cuesta flanqueada de árboles. Uno no ha hecho el camino para eso, ni siquiera para ver la catedral o entrar en ella y abrazar al apóstol. Pero después de andar setecientos sesenta y tantos kilómetros uno siente que le han robado algo. Aunque santiagués y escarmentado de todos sus gobiernos civiles y eclesiásticos, uno tenía el derecho de imaginar, si quisiera, el placer y la alegría que hubiera sentido un peregrino al llegar aquí y ver por primer vez el final de El Camino. Sigue leyendo

De Palas de Rei a Salceda. Cinco de mayo de 2015

Camino de Arzua

Camino de Arzua

Siempre tuve la idea de detenerme a comer en Arzúa, en la casa de la parienta de Teodora. En esa casa de comidas que queda por la calle que pasa por encima del campo de la feria. Esa en que tienes que pasar por la cocina para ir al comedor. A mi me sorprendió la primera vez que fui, me pareció que estaba atravesando un lugar prohibido, algo así como un territorio sagrado, que estaba cometiendo una falta de respeto. Eso es lo que nos han enseñado los restaurantes clásicos. En la cocina no se entra, está prohibido. No porque vayamos a descubrir los secretos de sus salsas; sino, más bien, para que no veamos lo mal lavadas que tienen las sartenes. Sigue leyendo

De Morgade a Palas de Rei. Cuatro de mayo de 2015

Camino de Palas de Rei

Camino de Palas de Rei

De Morgade a Palas de Rei, podríamos decir que desde O Cebreiro a Palas de Rei, son tierras de ganaderos pobres. Granjas de tan pocas vacas que apenas deben dar para vivir. No tienen nada que ver con las granjas de vacas que hay por tierras del Deza. No hay más que verlas. Las vacas están estabuladas como hace cincuenta años y las tierras están exclusivamente a hierba. Sigue leyendo

DE TRIACASTELA A MORGADE. TRES DE MAYO DE 2015

Camino de Sarria

Camino de Sarria

Hoy he alargado la etapa. Tenía que quedarme en Sarria pero llegué tan temprano que decidí andar doce kilómetros mas. Me he quedado en la casa rural que hay en Morgade. Yo creo que no hay ninguna casa más. Que esta casa grande es todo Morgade. No hay más vecinos que los que trabajan aquí. Y de ellos muchos están emparentados entre si. Sigue leyendo

DE O CEBREIRO A TRIACASTELA. 2 de mayo de 2015.

Camino de Triacastela

Camino de Triacastela

Ya se que O Cebreiro no es Nueva York, pero ayer no pude subir las fotos al blog porque la velocidad de internet era tan reducida que me hubiera llevado veinte o treinta horas. Hoy no estamos mucho mejor en Triacastela. Empiezo a escribir esto mientras trato de subir las fotos del día de ayer. Hoy fue un día lluvioso, que vino a agravar la mojadura del día de ayer, y que empecé calzándome  las zapatillas todavía mojadas. Sigue leyendo

DE VILLAFRANCA DEL BIERZO A O CEBREIRO. UNO DE MAYO DE 2015

Subiendo a O Cebreiro

Subiendo a O Cebreiro

No sé hacer un balance del día. Fueron 28 kilómetros, de los que veinte los hicimos por carretera. Menos mal que como era festivo apenas circulaban coches. Además llovía, con lo que todo resulta un poco mas pobre y lo que ya es pobre resulta miserable. Los ocho kilómetros del final fueron por unos caminos intransitables, de piedras y barro, que nos subieron a lo alto de los montes y nos llevaron a través de las aldeas de mayor pobreza, como Ruitelan, La Faba y la Laguna de Castilla. Sigue leyendo

DE PONFERRADA A VILLAFRANCA DEL BIERZO. TREINTA DE ABRIL DE 2015

Camino de Villafranca

Camino de Villafranca

Me vine a Villafranca del Bierzo sin saber donde iba a dormir. Después de haber descansado tan bien en el Hotel Madrid, el más antiguo de Ponferrada, no me pareció importante tener la cama asegurada para esta noche. Claro que me equivoqué. Pero ayer acabé cansado y no tuve fuerzas para ponerme a buscar. Eso es mejor hacerlo con cierta capacidad sino me pasa como en Foncebedón, y acabo durmiendo en otra pocilga como la de Monte Irago. Sigue leyendo

De Foncebadón a Ponferrada. Veintinueve de abril de 2015

Salí de Foncebadón esta mañana como quien huye de la peste. Todavía faltaba mucho para el alba y un coreano, asistente de director de cine según me contó, me iba alumbrando con su móvil.   Fue atento y a cambio yo le acompañé durante cuatro kilómetros a su paso, y le mantuve la conversación mientras el resuello me dejó decir palabra. Cuando me rendí y aminoré la marcha, nos fuimos separando hasta que a él acabó tragándoselo la niebla.   Salí temprano, ya dije, e hice bien en no seguir los consejos del pasadero, del sucio posadero, y no esperar a que llegara el día para salir al camino.  Me recomendaba que saliera con el día para disfrutar de las vistas de la caminata.  Pero hice bien en desatender su recomendación.  El monte Irago estaba cubierto por las nubes y no hubiera visto nada incluso con el sol encima. Sigue leyendo

DE ASTORGA A FONCEBADÓN. VEINTIOCHO DE ABRIL DE 2015

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Camino de Foncebadón

Hoy no ha sido un buen día. Me lo he pasado entre un exlegionario y unos guarros que regentan el albergue en el que me hospedo, aquí en la montaña que separa Astorga de Ponferrada. Un mal día. Y lo que le queda. Si me encuentro con fuerzas dentro de dos horas igual me largo y me hago diez kilómetros más y dejo toda esta basura a este lado del monte. Es increíble como en un solo día he ido del bar Cowboy al albergue Monte Irago. Sigue leyendo

DE VILLAVANTE A ASTORGA. VEINTISIETE DE ABRIL DE 2015

Rollos de paja en una granja de Santibáñez de Valdeiglesias

Rollos de paja en una granja de Santibáñez de Valdeiglesias

Esta madrugada a la salida del pueblo se me echó encima un perro grande, grandísimo, una mezcla de mastín y pastor. Un perro que si ponía sus patas en mis hombros me sacaba la cabeza. Menos mal que el perro era cariñoso, a las tres segundos era ya como un amigo de toda la vida. Sigue leyendo