Jornada de despedida. Últimos paseos por las calles de Kuito y últimas miradas sobre la ciudad. Pasado un tiempo cuando oiga la palabra Angola, o me hablen de la corriente de Benguela o me digan que el cuñado de la mujer de… está en Lobito, se reactivará mi memoria pero ignoro cual es la Angola que acudirá a la cita. Kuenga, Nharea, Wongo, Calenga, Huambo, Samaquina, Lobito, Luanda, Chessindo, Andulo, Benguela …
Hay mil Angolas, tantas como efectos se han posado en mi memoria y que se reactivarán según sean provocados. Una frase, una cara, un olor, un gesto… cada uno me hará recordar una Angola diferente y parcial. Pero será la chispa para que se inflamen los recuerdos y me haga el retrato de estos casi cuarenta días, casi todos en la provincia do Bié. No sé cual será. También es probable que la vaya perfilando poco a poco en cada respuesta que vaya dando a los que me pregunten, qué tal por allá? Siendo consciente que muchos ni sabrán en donde he estado. Y ya me parece mucho que sepan que he estado fuera.
Bueno, se acaba Kuito. Mañana y pasado serán días de viaje en los que tendré que recorrer unos siete mil kilómetros. Sobrevolaré media África y la puntita de Europa. Una vez en Madrid trataré de coger el tren de las 8.45 en la estación de Chamartín. Llevo el tiempo justo. Si lo pierdo llevo en la reserva el billete de las doce y pico. Pero será una lástima. Ese segundo tren me retrasa en cinco horas la llegada. Y estaré cansado
Esta mañana nos saludó con lluvia, sería la de anoche que vino con retraso. En cambio ahora la tarde está soleada. Hace calor, un calor de verano maravilloso. En un par de horas se presentarán en esta casa la mayoría de los cooperantes que andan hoy por Kuito. Alguien ha decidido que nos despidamos con tortillas y ensaladas.
Hoy no hice muchas fotos, no creo que llegara a doscientas. Así que esto va a ser corto. La próxima vez que os escriba ya no será desde Kuito.
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