La gripe ha hecho mella en mi.  Me derrumba.  Soy hombre rendido. El mejor lugar, la cama.  Sin embargo deambulo por la ciudad enredándome en lo que no debo. Todo lo que me va bien para la gripe me va mal para otros males.  A can vello todo son pulgas. Antes de llegar a casa me equipo de pañuelos de papel y fruta, cuando la alcanzo ya dieron las ocho y media.

Angola sigue estando en mi horizonte.  Hoy he comprado el billete de tren para el día 23.  Pasaré la tarde en Madrid, cuando salga el avión a las doce de la noche estaré agotado.  No hay cosa que mas me canse que andar por una ciudad sin tener a donde ir.  Y arrastrando las mochilas no creo q e vaya a muchos sitios.  Espero que el cooperante, que desde una semana antes estará allí trabajando, enga un sitio donde dejar los bártulos hasta la salida del vuelo.

Entre las cosas que no debería haber hecho está el haberme comprado unas botas flexibles para caminar.  Ya tenía unas Chirucas, pero son duras y pesadas.  Buenas para caminatas por el barro, para los días en que hagamos salidas.  Las que me he comprado hoy son para andar por Kuito.

Al llegar a casa me pongo las botas nuevas para que se me vayan ajustando al pie.  Mañana las llevaré puestas toda la mañana.  Veremos si me resultan tan cómodas como me dicen el cooperante y las dos personas de la tienda.